No hay un Decepticon que tenga una lealtad más fuerte hacia Megatron que Ravage. Uno de los espías más efectivos de Soundwave, Ravage cree firmemente en la causa Decepticon, y Megatron personifica esa causa. Para servir mejor a Megatron y los Decepticons, Ravage se ha convertido en la máquina de guerra más eficiente y mortífera. Se funde en las sombras, esperando el momento perfeto para golpear con extrema certeza. Su nombre es sinónimo de sigilo. Pocos son los supervivientes.
Ravage es una criatura de la noche que trabaja sola, ejecutando sus acciones la mayoría de las veces en la oscuridad. A veces hay oportunidades en donde se refugia tanto en las sombras que a veces sus mismos camaradas no saben donde está o que esta haciendo pero, como cualquier cosa que haga son malas noticias para los Autobots, realmente no les preocupa. Él no posee la forma convencional humanoide, el modo robot de Ravage se parece a una especie de jaguar. Es capaz de evitar muchas formas de detección: puede caminar sin producir ningún sonido, se hace prácticamente invisible cuando hay poca luz o en la sombra y puede proteger su radiación interna electromagnética evitando ser encontrado por los detectores convencionales. Además cuenta con sensores en el módulo de su nariz que le dan sentidos sumamente avanzados de olor, escucha y la posibilidad de detección de onda electromagnética. También esta armado de dos bombas de protones montadas en sus muslos traseros. A pesar de todo ello su mayor debilidad es la luz ya que además de perder todas sus virtudes de no hacerse notar, es particularmente sensitivo a ella y hasta puede ser cegado por determinados brillos. Quizás su absoluta lealtad a Megatron puede cergarle también.